El pasado jueves 30 tuvimos una actividad en el patio del Colegio para cerrar el mes del Rosario. La clasura fue un mini Rosario con la participación de toda la comunidad escolar. Participaron activamente estudiantes representativos de diferentes grados. La actividad fue muy bonita y los representantes lo hicieron bastante bien. Sin embargo, noté una falta de interés de parte de un buen número de estudiantes, inclusive maestros y personal no-docente--algo que me entristeció. Me hizo cuestionar lo que estamos haciendo como comunidad educativa católica que somos. Entiendo que muchos de los valores cristianos empiezan en el hogar. No solo los valores cristianos sino también los de índole cultural. Nosotros somos un pueblo que veneramos a la Virgen. Con frecuencia le pedimos a ella que interceda por nosotros ante el Senor. ¿Por qué no le damos el lugar y el tiempo que ella se merece? ¿Qué estamos haciendo nosotros para que estas costumbres no se pierdan? ¡Qué diferencia el día 24 de octubre cuando el grupo Génesis salío al Colegio Santa Rosa para llevar a la imagen de la Virgen Peregrina! Esos muchachos estaban bien entusiasmados y regresaron contentos con la labor realizada. Quizás me debería conformar con ese gesto tan sencillo y humilde de parte de ellos. Pero nos falta mucho por trabajar con el resto de la población escolar.
2 comentarios:
Como usted dice, "falta mucho por trabajar" al respecto. Esto me recuerda lo que me contó Marxuach en una entrevista que le hice a comienzos del año escolar; en sus tiempos, tuvo que trabajar fuertemente con los jóvenes para lograr su devoción, interés, o al menos su respeto por la Virgen y por nuestra misma religión. Me pregunto si se necesitará más fuerzas que antes para lograr este propósito, ya que ahora la sociedad está más corrompida que antes y hay cosas que llaman más la atención de los jóvenes.
Estoy de acuerdo contigo, Jeffrey. Existen muchos distractores en el mundo de hoy y tienen una fuerte atracción. ¿Qué se puede hacer? En estos momentos, solo rezar y pedirle al Todopoderoso que nos guíe.
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